Capitulo IX
Mande a mi mustang a arreglarle los cilindros ya que solo
trabajaban 3 de los 8 pero aun así
corría.
Una
mañana desperté y no veía letras más pequeñas que los titulares de los periódicos
y no podía leer la PC.
Me llevaron a mater de de san Borja, allí detectaron que se
trataba de un edema, lo raro es que eso da a gente viejita, nos dijo el doctor
y que era irreversible.
Fuimos donde el espíritu para ver si podía ayudarnos, el me
vio y me ayudo a acostarme en la cama todo estaba oscuro.
Me pregunto “que sientes que te hago”
Le dije “siento como un guille sobre mi parpado”
“exacto
te estoy cortando”
Me puso sobre el parpado unas hojas con un trapo y me dijo
“quédate
echado unos 5 minutos y no veas tele ni lo mojes una semana”
Una mañana estaba soleando y mi vista estaba ya bien, por el
calor me metí a la piscina, cuando sentí un ardor en el parpado y recordé lo
que me dijo y salí rápidamente y lo seque, mama noto el corte que estaba rojo, gracias
a dios no fue cosa mayor.
Con papa llevamos al mustango a ponerle llantas nuevas de
perfil bajo y anchas y los tubos de escape independientes con salidas cromadas
de 2 pulgadas con resonadores, así que todos se enteraban cuando encendía el
auto. Ya solo faltaban los interiores, ya que ya le había conseguido tarjeta de
propiedad a mi nombre.
pasaba el tiempo y yo en terapias y mi ojo infectándose, en
una de esas el doctor de nuestra confianza, lo equivoco con hongo y me quemo el
ojo a tal grado que podía perder la vista y el mismo ojo, papa nos llevo a un
especialista que lo inyecto y lo salvo pero quedo una cicatriz blanca en el.
Capitulo x
Fui a ver al espíritu, al ver la cicatriz, nos dijo que esta
desaparecería con el tiempo, que correrá detrás del ojo.
El espíritu o mejor dicho el maestro que lo invocaba dejo
lima y yo deje de saber de él.
El espíritu nos dio muchas señales de su existencia, la más
impresionante es el haber encontrar semillas de las uvas que el comió dejadas sobre
la mesa con unas fotos para que él las
viera por la noche en mi casa, las fotos
estaban todas regadas en la mesa.
En el año 1999 recibí mi primer audífono medicinado, la
audición era mucho mejor aunque debían hablarme lento y claro, en el año 2002 a
mi hermana que es productora la llamaron para que se haga cargo de “hola Perú”,
ella me jalo para que yo la ayudara en el inventario de los premios, reparto de
ellos, dará información y llevara el rating.
Seguía arreglando a
mi mustang sin poder disfrutarlo.
Por ese tiempo, yo daba johrei a un señor que sufrió una
cirugía como la mía y no podía caminar, paraba en silla de ruedas, con el
johrei el se sentía mucho mejor, pero yo estaba decayendo.
Una mañana recibí el mensaje del padre lucho que quería
hablar de mi jorre, fui a verlo y me dijo que “no debía darlo ya que
era como una batería descargada que iba al jorre para que me cargaran y
yo me descargaba dándoselo a otros” solo me quedo una pregunta al aire
¿quien le dijo que daba jorre y que estaba
decayendo?
Le hice caso deje de darlo y poco a poco volví a mejorar, claro que aun no caminaba como antes
y necesitaba ayuda para trasladarme.
Pero ya mi mejoría era mayor a la esperada a pesar que habían
trascurrido años seguía mejorando
Capitulo XI
En el año 2003 a mi hermana le llego una oferta del canal 4
para que se encargue de “solo mujeres” dejo hola pero y nos fuimos al 4, lo
dejamos antes de un año por dificultades con la animadora, y el programa quebró
al poco tiempo.
debido a que un día salí con el mustang a darle su vuelta a
la manzana, y me gano la esquina, chocando en ella, yo pensé que allí se
quedaría, pero la subió la bajo y siguió su camino, pensé ¿qué hubiera pasado
si alguien hubiera estado allí? así que vendí el mustang.
Como me
gustan los carros me compre un va jetta color blanco automático
Yo volví a retomar mi terapia ya que la había dejado por el
trabajo, mis músculos se habían debilitado por falta de ejercicios, lo
rescatable de ese tiempo fue que hice algo muy difícil, nadar sin hundirme como piedra, como una terapista me dijo,
claro que al principio me hundía como piedra pero seguí hasta mejorarlo. También
me dijo que no montara caballo solo, que me caería, mi hermana nos llevo a
comer a granja 21 y aproveche para comprar un ticket para pasear en caballo, al
acercarme el empleado me alcanzo y me dijo que me subiera a la carreta y no al caballo que podía caerme. Y yo le
conteste” he comprado el ticket para el caballo y si me caigo me dolora a mí y
no a ti” y me subí. Lo bueno es que no
me caí.
El padre lucho me daba terapia una vez cada semana el está
muy seguro que me restableceré y confió mucho no solo en su palabra si no sobre
todo ella del señor. También asistíamos a la misas de sanación que se daba 1 vez al mes y duraba 2 horas
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